Hace poco tuvo una conversación algo dolorosa donde me dijeron que me faltaba ser espontánea, y me he quedado pensando en si alguna vez siquiera lo he sido.
Y bueno, la respuesta es no, realmente no. Para que nazca esto de mí tienen que existir ciertas condiciones, condiciones que estos últimos AÑOS no se han dado.
La primera: sentirme ligera. Es un hecho que soy una persona pesada, la energía que sale de mí es densa. Aquí hay mucho que aún me falta explorar para poder llegar a una explicación, pero el punto es que al llevar tanta carga mental y emocional sobre mí evidentemente no he podido fluir ni volar como me habría encantado en tantas ocasiones.
La segunda: condiciones materiales, simple y sencillo. Al menos con esta última persona (la que me lo dijo) no he estado en mi mejor momento. De hecho, diría que he estado en uno de los momentos más difíciles de mi vida.
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